En esta columna especial XL número 20, quería compartir con ustedes, veinte de mis momentos en la ciudad que me marcaron y que nunca voy a olvidar. Espero que los disfruten:
El PrimeroMi primer beso con un hombre fue a los 17. Nos pasamos la noche paseando en auto y me llevó a un lugar inhóspito donde no se veía absolutamente nada, mas que la luz de la luna que esa noche estaba muy baja y luminosa. El me dijo que besaba muy bien, yo me asombré pero nunca le dije que ese habia sido el primero.
La PrimeraLa mayoría de la gente siempre habla de su desastrosa primera vez. La mía fue espectacular. No solo porque la hice con mi primer novio, Rafael, quien hizo que toda esa noche fuera especial, sino porque lo hice con alguien que me amaba y a quien yo amaba. Eso nunca se olvida.
Las PinzasEstaba saliendo con un tipo de Buenos Aires, pero era una relación a distancia. Nos hablábamos casi todos los días. En ese entonces la gente todavía hablaba por teléfono. Nos poníamos en altavoz y cenábamos juntos. Y después de un tiempo me dijo: ‘Te amo…pero tómalo con pinzas’. Y solo así se terminó todo, porque ¿como amas a alguien con pinzas?
El Secreto
Después de salir tres semanas con Martín, todo estaba bien, hasta que me dice que tiene que contarme algo pero que no lo odie. Creo que es lo peor que le podes decir a alguien con quien estas saliendo hace poco. Nos reunimos ese día y me dijo que me habia ocultado que tenia un hijo que había nacido hace unos meses y que iba a volver con su mujer por el bien del bebe. Fue mucha información de repente y no pude hacer nada. Lo entendí. Claro que desde entonces, pregunto antes por las dudas.
La RisaEste momento vale por muchos. Porque con mi fuck buddy en realidad tuvimos varios momentos. Siempre que estuvimos juntos nos reímos tanto que me hace doler las costillas. Y siempre que alguien me hace daño y quiero volverme a reír se que el está ahí. Además como siempre lo digo, tener sexo con humor es lo más saludable que existe.
La PalabraUna noche que hacia mucho frió como ahora recuerdo, un chico con bufanda verde me miró desde la otra punta de la pista de baile. Tenía su mirada clavada. No podía creer que era a mí, hasta que me sonrió. Me llamó con sus ojos a los reservados y obviamente fui. Cuando llegué, solo me miró y nos besamos. Esos besos con barba que se disfrutan tanto en invierno. Nos abrazamos y besamos en silencio por mucho tiempo. Hasta que llegó la hora de irnos. Y empecé a preguntarle cosas y el seguía en silencio, no me contestaba. Hasta que salimos a la luz y me hizo entender con sus manos que era mudo. Ahí fui yo el que me quedé sin palabras. El simplemente me dio un beso y se fue y nunca más lo volví a ver.
Las CartasUna vez estaba tan enamorado de un chico con el que había estado, que no aceptaba que no me haya dado su número. Así que después de obsesionarme toda la semana. Fui a su edificio a dejarle el mío. El problema, es que como tengo la memoria de un disquete de 3 ½, no me acordaba en que departamento vivía, pero si de que vivía en el primer piso. Entonces escribí 5 mini-cartas explicando quien era y dejando mi número de teléfono. Una para cada departamento, el A, B, C, D y E.
La HermanaUna desastrosa cita a ciegas que nunca voy a olvidar, es una que un tipo se moría por conocerme, me rogó, me imploró y acepté. Nos encontramos en una plaza a la tarde, vino en su auto, lo estacionó. Se acercó, me dio ‘la mano’, me miró con asco (me gustaría decir otra palabra pero fue así) y me mintió que su hermana había llegado de repente a su casa y se tenia que ir, que me iba a llamar a la noche. Nunca más llamó. Al día siguiente, lo vi tomando helado con un chico.
El Francés
Una vez, con un chico de Francia, nos juntamos para tomar un café y conocernos. Eran los días que nevaba en Córdoba y hacia un frió bajo cero. Frió que se me iba a las manos como siempre. Esa noche dormimos juntos, pero no pudimos hacer nada porque mis manos estaban muuuy heladas jajaja y él se moría de frió cada vez que lo tocaba, o le hacia cosquillas. Estuvimos mil años tratando de calentarlas y finalmente nos rendimos, tuvimos que hacerlo sin manos.
El EspañolPedro era un chico que conocí en un recital de BajoFondo en el 2003. Después del recital fuimos a su casa y tuvimos sexo escuchando el cd, una noche espectacular. En el 2004 cuando volvió BajoFondo, secretamente deseaba que el también fuera. Y fue y le di mi numero, el se acordaba de mi y se emocionó al verme. Pero nunca llamó. En el 2005 nos encontramos otra vez en BajoFondo y nos besamos en medio del pogo. Estuvimos una vez más y la pasamos muy bien. Demasiado. Me dijo que ese lunes se iba a vivir a España por unos años. Ese miércoles, lo vi en la calle y el hizo como que no me vio.
El HolandésEra época de mundial, Argentina jugaba con Holanda ese día. Y yo me encontraba con un holandés que había conocido ese día. El hablaba un poco de español, muy poco, pero nos entendimos de otra forma. Igualmente me enseñó algo que nunca había probado antes: llegar al clímax solo mirándonos y sin tocarnos. Fue un muy buen partido.
El ParanoicoEstuve un mes y medio para que me dijera su nombre y ni siquiera se si me dio el verdadero. Después de mucho, descubrimos que estuvimos siempre a unas cuadras, que él trabajaba cerca de mi departamento. Obvio que nunca lo fui a ver, ni a el, ni a ese lugar, me lo tenía prohibido y se lo respeté. Cuatro meses después me dijo de conocernos... ‘EN OTRA CIUDAD’ y eso fue la gota que rebalsó el vaso. Todavía lo tengo en el msn, siempre tiene un nombre diferente.
Las Escaleras
Con Julián no aguantamos llegar a su departamento, subimos las escaleras de su edificio hasta que no aguantamos más. Ahí, entre el piso 5 y 6 o algo así hicimos de todo. Y cuando digo de todo, estoy seguro que no se imaginan ni la mitad. Nunca pensé que unas escaleras podían ser tan cómodas para ciertas posiciones. Ya eran cerca de las 8 y sentimos que alguien comienza a bajar por las escaleras. Nunca me vestí tan rápido en mi vida. Claro que Julián no lo logró y el portero que iba bajando con la basura, solo nos sonrió y siguió su camino. Morimos de risa y de vergüenza. Y seguimos obvio.
La PlataUna vez un chico, después de estar conmigo me dijo: ‘Emm bueno, me voy, me podes dar algo de plata’ y yo ‘plata ¿para que?’ y el me respondió: ‘Para volverme por lo menos’. Lo dijo como si fuera algo obligatorio. Yo lo miré con cara de ‘me estas jodiendo’ y le dije ‘tomá, tengo un cospel’ y le cerré la puerta en la cara.
El ChocolateAl principio la gente no sabe de mis gustos raros y siempre para las primeras citas, me llevan un chocolate negro, que es el que menos me gusta. A veces se lo digo, pero una vez, un chico me lo dio con tanta dulzura que no lo pude rechazar. Lo comí en ese momento actuando que no me daba asco. Claro que inmediatamente después fui al baño, escupí lo que había comido y tiré la otra parte.
La Cañada
Una vez con otro Martín, estábamos cansados de no poder besarnos, darnos la mano y acariciarnos en público. Entonces después de una cita donde no pudimos demostrarnos nada de afecto me dijo: ‘Que tanto problema, no nos pueden hacer nada’ y ahí en la Cañada, nos sentamos y nos besamos todo lo que sentíamos. Y en un momento hasta nos aplaudieron jajaa.
La FarsaCon uno de mis primeros novios, un día salimos en una cita y decidimos hacernos pasar por estadounidenses. Entonces nos pasamos la noche hablando en inglés y haciéndonos los que no entendíamos a los mozos, ni al taxista. Fue muy divertido, sobre todo la parte en que el taxista nos miraba como bichos raros por el retrovisor mientras nos besábamos y mi novio exclamaba ‘oh yeah’ jajaja.
La CaídaUna vez teniendo sexo con un chico que era bastante movedizo porque era bailarín clásico, llego un momento en que estábamos ya demasiado encendidos y de tanto movernos, nos resbalamos de la cama y nos caímos al piso. Nos estuvimos riendo de ese momento hasta que amaneció.
El Balcón
Después de casi ocho horas de chatear con un chico que me gustaba hace meses, y después de miles de encuentros y desencuentros, finalmente logré que alguien que creía inalcanzable fuera alcanzable. Y a esa hora, aproximadamente a las 5.25 am finalmente dijo: Tratemos. Tenia tanta alegría que inmediatamente salí al balcón y me puse a saltar como un loco (en el lugar, no me iba a morir justo ahí). Tenia ganas de gritar, pero vi unos policías en la esquina y nos los quise asustar, así que grité para adentro. Esa fue la última vez que estuve feliz, por suerte no fue hace mucho.
La FraseDespués de 23 años de esperar, luchar, sufrir, aprender, comprender y soñar, finalmente mi segundo novio me lo dijo. Eran los últimos días de invierno, y estábamos abrazados en el sillón, en silencio, mirándonos y acariciándonos. Y así sin mas, me lo dijo: ‘Pablo, Te Amo’. No fue tanto el hecho de que me lo haya dicho, sino fue saber que lo sentíamos. No existe nada mejor que sentir eso. Absolutamente nada.
Seguramente me olvido de alguno, otros preferí guardarlos para mi porque son muy especiales y seguramente voy a vivir muchísimos mas: buenos, muy buenos malos y malísimos. Todos me sirvieron para ser lo que soy hoy y no me arrepiento de haber vivido ninguno. Porque como escuché por ahí: ‘nada se compara a merecer que tus sueños se cumplan’ Vamos por muchos mas Sexo Gay En La Ciudad.
Pabl3Tepabloa@lugaresgaycba.com.arPregunta para el foro: Animate y compartí alguno de tus momentos inolvidables en la ciudad.