lunes, 28 de febrero de 2011

Los Aviones


Hace casi 10 años llegué a Córdoba para comenzar una carrera pero sobre todo para comenzar una nueva vida. Una vida fuera del closet. Después de recibirme de cineasta, comencé a escribir estas columnas que me trajeron grandes satisfacciones y en los malos momentos me sirvieron como una muy buena terapia. Luego de mucho buscar un amor verdadero en esta ciudad por casi una década y haberme encontrado solo con cuatro sospechosamente ‘similares-al-amor’ me pregunto: ¿estará en esta ciudad?

El año pasado terminé pidiéndole respuestas a una vidente que me dijo que a partir de octubre iba a aparecer, que no tenía que preocuparme que todo se iba a dar de repente. Ya estamos en Febrero y no apareció nadie. Bueno, en realidad si. De hecho aparecieron varios, pero veamos: el primero fue un ex de un amigo con el que había pegado muy buena onda. Pero mucho después me di cuenta que seguía enamorado de mi amigo. Después vino otro con el que sentí interés de su parte. Pero me dio a entender que nunca iba a pasar nada porque también le gustaba a un amigo suyo. Ninguno hizo nada de todas maneras. Más tarde me enamoré de un chico que, para cuando me enteré que estaba de novio, yo ya estaba hasta las manos. Así que a olvidarme de él también. Y por supuesto los chicos que se acercan a mí, yo me hago la película y resulta que solo querían ser mis amigos y/o quieren algo con mis amigos. Si ya se, soy un desastre.

No sé si realmente el amor de mi vida estará en esta ciudad, o si ya estará ocupado. No sé si lo perdí o lo pasé de largo o si no lo conocí todavía. Y debo admitir que por primera vez en mucho tiempo, estoy perdido y hasta siento la soledad muy palpable. Después de diez años ¿si la esperanza es lo último que se pierde, es este el momento último?¿Y si se perdió, se puede recuperar de alguna forma?¿De dónde se supone que saquemos fuerzas, cuando todos los recursos se han agotado?

Hablando con amigos esta semana, era difícil ponernos de acuerdo. Porque mi amigo decía que no piensa estar con alguien que no la tenga ‘clara’. Creo que una de las cosas que no entendemos, es que en cuestión de relaciones: NADIE LA TIENE CLARA. Por ejemplo, hace poco hablaba con un chico al que no podía entender porque me decía que: prefiere mil veces estar con un chico que le promete estabilidad, a estar con alguien a quien ama y no le da seguridad. Eso me pareció conformarse con poco. No lo juzgo, pero no es lo que yo quisiera para mi vida. Por otro lado me quedó claro, que hacia eso porque tenía miedo. Ese miedo a que nos lastimen que nos llega a todos después de una o varias heridas al corazón. Miedo a entregarnos todo y que nos desprecien o nos rechacen. Pero recuerden que no siempre fuimos así.

Dicen que nunca se supera al primer amor. Y estoy seguro que una de las razones, es que justamente en ese momento no teníamos miedo a lo desconocido. Todo lo vivíamos intensamente y sin pensar en las relaciones anteriores, ni en nada de lo anterior. Nos jugábamos por el todo, nos lanzábamos con todo, apostábamos todo. Hay que encontrar la forma de volver a ese estado, porque es la única forma de hacer que cada relación valga la pena, de relajarnos y de que pase lo que tenga que pasar. Tenemos que deshacernos del exceso de equipaje de las relaciones anteriores, para poder volar mucho más livianos.


En cuanto a de donde sacamos la esperanza para volver a empezar, supongo que de esas pequeñas señales que a veces ignoramos o queremos ignorar. El ‘Sr. R’ es un chico que me gusta hace mucho pero tiene novio. Sin embargo cada vez que nos vemos y conversamos, por más ínfimos que sean esos momentos o por más que sean muy pocos en la semana; un solo micro-momento de tan solo unos pocos micro-segundos en que nos miramos a los ojos me sirven para ponerme contento y estar volando toda la semana, porque en su mirada encuentro lo que necesito para saber que hay alguien que me mira diferente, que me hace saber que tiene un cariño especial por mi y que quizás si las cosas fueran diferentes, el estaría conmigo. La esperanza no se vuelve más palpable que en esos momentos.

Esta mañana me pasó algo raro, un poco cómico y un poco patético. Dormía profundamente hasta que me despierta un grito de un hombre que decía: ‘¿Alguien se quiere casar?¿alguien se quiere casar?’. Al darme cuenta que el grito no era parte de mi sueño, salté de la cama y escuché que el grito venia de afuera. Abrí rápidamente la ventana para ver quién era y no era más que un señor, tratando de ordenar las filas en el Registro Civil que está justo en frente de mi edificio. Si bien me sentí ridículo en ese momento, en el fondo quiere decir que todavía tengo algo de esperanza, que al menos tengo un objetivo claro y que estoy dispuesto a que algo así pueda suceder.

Y siguiendo con esto de volver palpable las cosas, una noche se me ocurrió algo. Un poco tonto, un poco cursi, pero de alguna forma me ayudó a visualizar las cosas. Para volver a tratar y jugarse con todo, hay que echar a volar el pasado. Entonces lo que hice fue agarrar unos papeles que tenia, escribí en cada uno el nombre de los chicos que me lastimaron o con los que las cosas no funcionó. Los convertí a cada uno en avioncitos de papel y salí al balcón y los tiré con toda mi fuerza. Si, ya lo sé, parece un ejercicio de un mal libro de auto-ayuda pero les digo la verdad: me encantó hacerlo. Sentí un alivio en ese momento y no me puse triste porque de alguna forma quería que los aviones llegaran lo mas lejos posible, porque, en el fondo, ese era su objetivo y el mío también. Algunos aviones fueron más difíciles de lanzar, no lo niego, pero en ese momento todos se fueron. Ahora estoy listo para intentar de nuevo, todavía tengo la esperanza de que el verdadero amor está en esta ciudad y apuesto todo a que lo voy a encontrar.


‘Deja tus amores, todos tus amores atrás, no podés llevarlos con vos si querés sobrevivir. Los días de perros han terminado, los días de perros han terminado ¿podes escuchar los caballos? Porque aquí vienen’



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Dedicado a la memoria de José Luis Angeli, que me dio esperanzas cuando nadie más lo hacía.

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Pablo M. Acuña
mail: pabl3te@hotmail.com
twitter: @pabl3te

Pregunta para el foro:
Cuando pasas mucho tiempo sin una relación ¿que cosas te dan esperanza?