Previamente en Sexo Gay En La Ciudad:
Mientras volvía de viaje desde Rosario no pude evitar pensar
en Mar del Plata (así le decía a un chico que me interesaba quien finalmente me
había invitado a tomar algo justo el fin de semana que me iba de la ciudad).
Cuando le pregunté a mis amigos si lo habían visto en mi ausencia, me
contestaron que lo vieron irse temprano del boliche con un chico. Ya sabemos
que significaba eso. Lo que no sabía es que al fin de semana siguiente íbamos a
estar muy cerca…
De vuelta en la ciudad, durante la semana, como buen
investigador, averigüé si había pasado algo entre ellos, deseaba que no fuera
así, pero todo parecía indicar que estaban ‘en algo’ o ‘saliendo’. Entonces mis expectativas para encontrarlo
ese fin de semana eran nulas. Hasta que sucedió. Mar del Plata se acordó que
nos debíamos un trago, entonces me invitó a tomarlo ahí en el boliche para
conversar un poco. Claro que él ya había estado tomando. Me di cuenta, por como
me miraba, como me abrazaba y por lo cerca que se ponía al hablarme. Decidimos
por algo que nos guste a los dos, había 2x1 de Para-corazones
(coincidentemente), y lo aprovechamos. Un poco fuerte quizás, pero a mí nunca me hace
nada, así que acepté. Nos fuimos a bailar juntos un rato y en un momento
comenzamos a conversar contra una pared. Ahí fue cuando apareció el chico con
el que estaba saliendo y nos comenzó a mirar de reojo, pero tímidamente. Se
quedó bailando muy cerca con otros amigos. Mar del Plata se dio cuenta y me
confesó que estaba en algo con el pero que no era nada serio. Me dijo casi
gritando por la música: ‘No sé, como que le falta algo, no me termina de
cerrar’. En ese momento el chico nos miró, había escuchado todo, puso una cara
de cuando te rompen el corazón, y decidió seguir bailando y alejarse de a poco.
Mar del Plata mientras tanto, muy cerca de mí, me dijo al oído: ‘No creo que
funcione’. Y ahí me preguntó si yo
estaba saliendo con alguien. Le dije que no, que hacía mucho que no. Entonces
cuando me acarició como compadeciéndose de mí y por unos micro-segundos, se
quedó mirándome fijo, estábamos a menos de tres centímetros y podía sentir en
los labios que en cualquier momento se venía ese beso que tanto había deseado
todo el año.
Pero me puse a pensar si era ese beso lo que realmente
deseaba. El beso de un tipo que estaba un poco borracho, al que parecía
gustarle pero no se animaba a decírmelo. Un tipo que estaba saliendo con
alguien y que no le importaban para nada los sentimientos de los demás. ¿Era
ese el tipo de hombre que deseaba para mí?
Hace 60 columnas atrás, en la primera columna, cedí ante el
beso de un chico que estaba bastante borracho (o drogado, quien sabe). Y fue
totalmente en vano, porque no significó nada, ni siquiera fue divertido y como
si fuera poco, después ni se acordaba que había sucedido, ni de quién era yo. Hoy
en día lo sigo viendo y sigue igual de borracho tratando de besarse con
cualquiera. Besar a Mar del Plata iba a significar que después de 60 columnas,
no había aprendido nada y me parece que no valía la pena. Entonces le dije que
mejor nos íbamos a bailar. Y eso hicimos. No era el momento, no era él.
Esta temporada, dos de mis ex se comprometieron en
casamiento. Hace poco vi a uno de ellos desde el balcón de un bar. Estaba con
el mismo chico que se iba a comprometer y pensé que a esta altura ya debe estar
casado. Siempre me pregunté que hubiera sido de mi si seguía con él. Toda mi
vida hubiera sido diferente. Pero a veces, las cosas pasan por algo. Quizás no
tenía que seguir con él, porque el destino tiene un alguien diferente preparado
para mí. Quizás mi destino es seguir soltero para seguir escribiendo estas
columnas ¿quien sabe? Sin embargo, todo el mundo sabe que casarme es uno de mis
grandes deseos. De hecho, todos los años en mi cumpleaños, es uno de mis tres
deseos. Es por eso que a la gente le extraña que todavía no haya encontrado a
esa persona (a mí también me extraña por cierto). Siempre me preguntan o mejor
dicho me cuestionan: ¿no será que sos muy exigente?¿estás buscando en los
lugares correctos?¿estás realmente abierto a conocer a alguien nuevo?¿no
estarás enviando señales incorrectas?¿te estarás juntando con la gente que
correcta?¿estás poniendo una barrera?¿estarás deseándolo tanto que los otros se
asustan?¿lo deseas realmente como decís o es una fachada para esconder otra
cosa?¿tu forma de vestir los estará intimidando?. A esta altura he escuchado de
todo, desde preguntas ridículas hasta los más locos consejos. Pero la verdad es
que no estoy haciendo nada fuera de lo común, estoy solo siendo yo. Y creo que
lo que quiero hoy en día, es alguien que me quiera así. Alguien con quien
compartir y pasarla bien, aceptando las diferencias y aprendiendo uno del otro.
Es lo que siempre he deseado y no me parece algo imposible, porque lo tuve y
quizás no lo supe valorar. Amé y fui amado, solo que nunca coincidieron las
circunstancias de ambos. Algún día estoy seguro que van a coincidir. Y no es
por nada, pero creo que no me merezco menos que eso, no quiero conformarme con
lo primero que aparezca, quiero alguien espectacular, alguien que me vuele la
cabeza y si hay que luchar un poco para conseguirlo, quiero un amor de película,
por más cursi que suene. No solo estoy dispuesto a conseguirlo, sino que
también estoy listo para una relación. Si hay algo que no quiero es terminar en
una de esas relaciones que veo últimamente en donde la gente está por estar,
porque sí, porque estaba ahí, porque sucedió y era práctico. Para no tener que
esforzarse mucho. Algunas personas solo se conforman con que lo quieran un
poco. Yo no. Quiero enamorarme y conseguir estar con esa persona que siempre
soñé y que el sentimiento sea mutuo. Que haya algo fuerte de los dos lados y no
solo del mío. Eso es lo que deseo. Si hay que esperar, espero.
Muchas veces los deseos se convierten en sueños y los sueños
se convierten en realidad. Una de estas calurosas noches de verano, de repente
soñé con EL, un chico con el que nunca había soñado antes. Alguien que conocía
hace mucho, pero nunca le había prestado atención y la pasamos tan bien en el
sueño, que desde entonces comencé a mirarlo de forma diferente y ahora siempre
que lo veo recuerdo ese sueño. Sueño en
el que no solo teníamos sexo, sino teníamos una química increíble. Algo que me
sorprendió porque nunca me hubiera imaginado estar con alguien como EL. Siento
que quizás hay algo ahí que debería explorar, porque no muchas veces me sucede
que veo alguien y siento que tendríamos la más increíble química. Siento que EL
también siente algo extraño y raro cuando me ve, pero que todavía no está
seguro de lo que es o no lo explora porque no es el momento. Pero quien sabe algún
día sueña conmigo y comienza a fijarse en mí. Es muy raro pero siento que
cuando tengo a alguien en la cabeza, de alguna forma, las cosas se ordenan y
terminan poniéndolas en mi camino. Es lo que llamamos destino. Tener esa
esperanza, ese deseo y esa incertidumbre, me anima a seguir luchando por lo que
quiero. Y seguramente la próxima temporada, mi película con EL va a continuar.
Siempre tuve mejor suerte en el amor, los años impares, es un hecho.
Mientras eso sucede, lo mejor creo que es pensar en mí, en
quererme a mí, en cuidarme a mí, mi corazón, mi salud. Porque entre todo ese
desgaste de buscar a alguien, a veces nos olvidamos de nosotros mismos.
Entonces decidí volver a hacer algo que hace mucho no hacía: volver correr. Y
al volver a hacerlo, me sentí mucho mejor. Me llevó a donde todo comenzó hace 6
años cuando comencé un día a correr, escuchando Coldplay y no paré hasta bajar
casi 30 kilos. Sacarme todo ese peso de encima por mí mismo y para mí mismo,
perseverar y triunfar. Sentirme libre otra vez y volver a encontrarme, más
maduro pero con el mismo corazón, con la ilusión de encontrar un corazón, en el
corazón del país. Cada lágrima una catarata de enseñanza, cada deseo un sueño,
cada sueño un esperanza. Cuando era chico, tenía mucho miedo de quedarme solo,
de que mis padres no me aceptaran y que mi timidez no me permitiera nunca tener
amigos. Hoy puedo decir que crecí muchísimo en ese sentido y tengo una familia
y unos amigos que se sienten como familia, que me quieren tal cual soy.
Entonces por ahora, voy a seguir disfrutando de lo que tengo y no de lo que me
falta. Disfrutar también del amor a esta ciudad y por fin, después de muchos
años puedo al fin decirlo: disfrutando de amarme. Porque como dice el conocido transformista
Ru Paul: ¿Si no te amas a vos mismo, como diablos vas a amar a alguien más?
Amén-se.
‘Quizás esté en la oscuridad, quizás esté de rodillas. Quizás esté entre el espacio entre los dos trapecios. Pero mi corazón sigue latiendo y mi pulso hace sonar catedrales en mi corazón…Cada sirena una sinfonía y cada lágrima una catarata. Y puedes herirme, herirme muy fuerte, pero aún así levantaré mi bandera’
Gracias a Lugaresgaycba por haberme dado este espacio por 60 columnas.
A todos los que me leen y comentan, a los amores y los desamores que tanto me
enseñan. Nos leemos en la quinta temporada en el otoño del 2013 con mucho más
Sexo Gay En La Ciudad!
Pablo Martín Acuña
Pregunta para el foro: ¿Cómo deseás que sea tu próximo amor?