domingo, 16 de abril de 2017

Como Cometas



'Quizás encontremos alguna fiesta, no hay sitio no tenga una discoteca, las luces girando como planetas, chicos que se estrellan como cometas’ – Dënver-






Estábamos en el parque, o algo así, en una especie de picnic, o algo así, él leía un libro y disfrutaba de verlo ahí, concentrado, leyendo. Fruncía el ceño y me daba ternura, pasaba de página, me daba ternura, movía los labios mientras leía, me daba ternura. Hacía calor y quería estar a su lado. Eso no me pasa con nadie. Desde donde estaba, veía su mandíbula marcada y sólo pensaba en morderla, con las ganas apiladas de todas esas veces que estuve a punto de morderlas. Recuerdo todas esas veces de memoria. Esa vez que bailamos demasiado cerca y se acercó a decirme algo al oído. Esa vez que sin querer se despidió en un taxi y accidentalmente nuestros labios se tocaron un 47.9%. Esa vez que se durmió en mi hombro por unos segundos. Esa vez que lo descubrí mirándome diferente. Vuelvo a la realidad y es de noche. Hace frío y su imagen desaparece en la oscuridad. Lo busco por todos lados y no lo encuentro. Es como si le hubiese perdido el rastro por siempre. Siento un vacío en el pecho, tristeza y desesperación por encontrarlo. Y de repente, mi teléfono me despierta. Un mensaje de whatsapp de un amigo invitándome a una fiesta electrónica. Si, cualquier cosa que me haga olvidar este sueño/pesadilla.


Me pasé el día pensando en ese sueño y tratando de olvidarlo. Las imágenes me acompañan todo el día. Entro a su Facebook para ver si posteó algo: Nada. Entro a su Instagram para ver si posteó algo: Nada. Veo en whatsapp si actualizó su foto de perfil al menos: nada. Recuerdo que nunca le contesté su último mensaje. Por un momento pienso en escribirle, y cuando estoy a punto de hacerlo me arrepiento. Mejor dejar todo como está. Como cualquier adicción, cuando estás a punto de recaer, es mejor alejarse del lugar, del momento, de todo. Nada mejor que una fiesta electrónica para desconectarme de todo.

Estamos en la Plaza De La Música, todavía no sé qué hago acá. Todos quieren que pruebe éxtasis. Siento que ya estoy grande para eso, pero una parte de mí quiere hacerlo. Yo que nunca probé nada, yo que detesto las drogas, la marihuana, el cigarrillo, todo. En realidad no les veo un sentido ni me parecen divertidas. Nunca sentí atracción por ellas, ni ellas por mí. Pero hoy lo estaba pensando, si no lo hacía hoy ¿cuándo?. Lo iba a seguir pensando. De repente, tenía una sensación rara en el cuerpo, quizás me estaba mimetizando con la paranoia de todos acá. Pero no, era algo diferente, como cuando sentís que algo se aproxima. ¿Nunca les pasó? Es como cuando sentís que alguien te está observando solo que diferente. Más fuerte. No había probado éxtasis, lo prometo.
Sigo bailando, trato de divertirme entre objetos voladores no identificados que se mueven igual. Y a lo lejos veo al ‘Osito Delineado’. ¿Se acuerdan de él? Obvio que no, un crash de la Temporada 1 de Sexo Gay En La Ciudad. Igual que siempre, hermoso, la atracción de los cuerpos celestes hace que la noche nos ponga cerca y me mira. Me sonríe, está drogado claramente, pero aun así recuerda mi nombre. ‘¡Hola Pablo!’. ¡Que lindo cuando la gente te saluda así! – pienso- me saluda como los tipos de antes, me abraza. Quiere seguir conversando, como los tipos de antes, pero en sus brazos tiene un tipito muy como los de ahora, si lo suelta probablemente se estrelle contra el piso. Me mira con un poco de cara de resignación. No me engañas mi querido Osito Delineado, esta tampoco es tu órbita. Pensar que en un universo paralelo, estamos juntos y soy yo el que te está besando esa barba prolija y frondosa. Seguramente me dirías con tu voz grave de locutor si me quiero escapar a nuestro departamento. Te digo que si y en cuestión de minutos estamos teniendo sexo de otro planeta. Lo que daría por estar en ese universo ahora. Mientras me alejo, el tipito se le cuelga al cuello y lo besa extasiadamente. El resignado acepta. No sé si está bueno drogarse. Los dejo y vuelvo con mis amigos.



Las luces girando como planetas. Todavía tengo esta sensación de que alguien está cerca. No la estoy pasando bien, a diferencia de mis amigos que parecen estar en un universo paralelo. Trato de ponerle onda, esta música no me ayuda mucho. Dudo que a todos ellos les guste. Las raves demi época eran más divertidas y coloridas. Una notificación de Facebook. El Sr. Q subió una foto tomando tragos. ¿Con quién estará?¿Dónde está?¿Ya volvió a Córdoba? ¿Cómo está?¿Está en una cita?¿Se acordará de mí? No me juzguen, todos somos adictos a algo. Ya fue, llévenme a un astroplano. ¡Pásenme una pasti o como sea que le dicen!

Todo se empieza a parecer a un agujero negro lleno de zombies. ¿Por qué nadie se viste de colores?¿Por qué estos temas no tienen letras que pueda cantar para distraerme? Soy el drogado más neurótico del mundo. Como sospeché, esto no me hace efecto, lo único que tengo es calor y sed. Pero es porque no hay buena ventilación y desde que llegamos hago un esfuerzo inhumano por pasarla bien y bailar con mis amigos estos ringtones monofónicos.

Me compro un agua y me escapo al patio. Unos walking deads me toman de la mano, quieren sacarse fotos con mis anteojos, salgo corriendo. Tratan de bailar conmigo pero no estoy de humor. Acabo de gastar mucha plata en una pastilla con un dibujito de una luna que no funciona y otra gran parte de mi presupuesto en una botellita de agua no tan fría. No estoy de humor. Atravieso otros zombies traviesos y todavía tengo esta sensación de que me observan. Miro hacia atrás y nada. Y justo ahí, frente a frente, me estrella como un cometa: MI EX NUMERO 3, o lo que queda de él. Tarda un poco pero me reconoce. Me abraza, sospecho que para sostenerse. No les voy a mentir, está más lindo que nunca, zombie y todo. Esta era la sensación que tuve toda la noche, definitivamente. Un poco de melancolía se siente en mi voz tratando de armar una conversación. Salimos un rato afuera a charlar. ¿Ya dije que está más lindo que nunca?. Se me queda mirando con ganas de preguntarme cosas, pero no le salen las oraciones bimembres. Debe tener sobredosis de lunitas. Sólo sonríe y eso es suficiente. En sus ojos también hay un poco de melancolía. Mi agua mineral transpira menos que él y yo juntos. La transpiración en los músculos de sus brazos refleja la luna verdadera y lo hace brillar más aún. Tratamos de llenar los silencios. No me explico cómo dos personas que alguna vez discutían si se casarían en otoño o en verano, ahora estaban a años luz de eso. Alguien lo llama, se tiene que ir. Nos abrazamos fuerte, instintivamente me sale un ‘cuidate’ y se va. Eso sí que me hizo efecto, me secó la boca y me dio más sed que cualquier otra droga.



El resto de la noche me quedé pensando ¿Mi sueño del principio éramos mi ex y yo en un universo paralelo?¿era una premonición de que me lo iba a reencontrar?¿o era el Sr.Q llamándome desde el astroplano?¿Es el desamor es mi verdadera droga?¿soy adicto al amor no correspondido? Ahora entiendo mejor porque toda esta gente se quiere escapar de la realidad. A veces, es demasiado para soportar. No los juzgo, los entiendo. Que haya gente que se aproveche de ese dolor y lo convierta en plata, es un tema para discutir en otra columna. No lo niego, a veces yo también quiero ser un zombie y no sentir nada, estar en órbita infinitamente. Pero ese no soy yo, simplemente no está en mi hacerle trampa a la realidad. Si pasa un cometa quiero estar despierto para verlo.

A la salida vi como un chico lo subía a mi ex, o lo que quedaba de él, a un taxi. Totalmente destruido, totalmente perdido e ido. Ya no brillaba como antes. A la luz del sol, es demasiado dura la realidad.

En el after en el departamento de mi amigo, ya cerca de las 10 de la mañana, recibí un mensaje del Sr. Q. Me invitaba al cine a ver una película. Es la única droga que me hace efecto. Es como ese cometa que no puedo perder la oportunidad de ver. Quizás esa sea una forma positiva de verlo, díganme nerd, díganme cursi, soy adicto a la oportunidad de una historia de amor con final feliz. Al igual que los cometas, no pasan seguido, pero cuando pasen, quiero estar lo más consciente posible para recordarlos.

Escrito Por Pablo M. Acuña



Pregunta para opinar: ¿Cómo fue tu último encuentro con tu ex?

12 comentarios:

Daniel dijo...

Lo peor de encontrarse con el ex, es verlo con el tipo con quien te gorrio, muerte a los ex!

AGUSTIN dijo...

La ultima vez que me encontré con mi ex fue HORRIBLE! Muy incomodo porque yo estaba con un chico con el que me estaba conociendo. Después me enteré que ellos habian salido hace mucho. Yo estaba con la mejor onda porque hacia mucho no lo veia y el me trato friamente y con mala cara. Una lastima 🙁

Alejandro dijo...

Que bueno que volviste Pablito! Yo a mi ex me lo cruzó todos los días en el laburo. Por suerte nos llevamos bien. Hubo una época en que fue difícil pero el tiempo cura todo. Muy buena la columna y entretenida la columna . Abrazo grande

Agus TinTin dijo...

A mi ex me lo encontre hace una semana atras, la verdad q me dio lo mismo, porque terminamos mal, no senti nada, es mas, son esos encuentros que deseas no hubiese ocurrido

Marcos Pico dijo...

Hacía tanto que no leía tu columna ¡¡¡¡ tu prosa sigue igual y las historias que contas siempre me dejan un halo de melancolía.

Mariano Walker dijo...

fuera los ex. por algo se llaman ex. no quiero saber nada de ellos

Julián dijo...

Siempre que me cruzo a mi ex, terminamos teniendo sexo. Aunque nos superamos mutuamente, nunca encontramos mejor cama. Está bueno, lo recomiendo.

Rodo dijo...

LA ULTIMA VEZ QUE ME CRUCE CON MI EX ESTAABAMOS EN PEDO Y FUE ESTUVO BUENO PERO NO SE SI SOBRIOS HUBIESE ESTADO BUENO.

Eze dijo...

Por suerte mi ex se fue de la provincia, porque no se si soportaria verlo acá, el ambiente es muy chico y nos cruzariamos siempre. Buena nota Pablo!

Daniel dijo...

A mi ex espero no lo quiero ver ni en figurita.

Luis dijo...

SOY AMIGO DE TODOS MIS EX Y LOS TENGO SUPERADOS A TODOS. MENOS A UNO QUE TODAVIA ME PUEDE.

Ezequiel Escobar dijo...

Mi último encuentro fue tan raro, hubo sexo pero ya no fue lo mismo. Por suerte no volvimos a vernos.