jueves, 23 de enero de 2014

Los Amores Imaginarios



Salir a bailar y relajarse, no es para nada fácil cuando se dan esas noches en que uno se encuentra con una colección de amores imaginarios. De repente me encontraba en el medio de la pista, a mi izquierda, mi amor imaginario del 2012: El Sr. R. Me sonreía y me hacia caras, como si supiera que su simpatía me es irresistible. A mi derecha, mi amor imaginario del 2011: El Sr. C. me invita a bailar con él, me extiende su mano y me agarra fuerte de la cintura, me habla cerca como si supiera que amo su tonada. Arriba, es decir, en mi cabeza, mi amor imaginario del 2013: El Sr. Q, que se me viene a la cabeza cada vez que alguien se me acerca: ¿Por qué nunca dejamos de comparar? Nunca estuve de novio con ninguno, sin embargo no dejo de comparar. Frente a mí: el Niño F. Mirándome fijo, controlándome, me sonreía haciéndose el tranquilo, pero se notaba que no le gustaba nada que yo estuviera con otro. Cuando el Sr. C se cansa, trato de escapar de ahí y por primera vez el Sr. R me agarra de atrás para bailar. Y entonces, era el 2012 otra vez. Me escapo amablemente de ahí porque recuerdo todo lo que me costó superarlos, esperando a que terminen con sus novios por mí, aunque en realidad deberían terminar por el bien de ellos mismos. El Sr. R, que siempre engañó a su novio y se cree que nadie lo sabe. El Sr. C, que nunca superó a su ex, y que vuelve una y otra vez, porque cree que es un buen tipo y en realidad lo engañó con media Córdoba mientras estaban juntos, hasta con sus propios amigos. Todo esto suena a despecho, pero no los juzgo, porque yo también estuve ahí, todos estuvimos ahí alguna vez de un lado o del otro. De todas formas cuando te gusta alguien no te pones a pensar en esas cosas, ni en los defectos, solo te imaginás que no hay nada mejor que estar con esa persona que te gusta tanto. Te imaginás que con vos no va a ser como fue con su novio anterior, que van a ser la pareja perfecta y que todo va a estar genial.

Entonces ¿Por qué no dejamos de imaginar amores y pasamos a hacerlos realidad?¿que esperamos para dar el paso?¿no es mejor un amor real a uno imaginario? ¿acaso tenemos miedo que lo real no sea tan bueno como lo imaginario?

Lo primero que se me viene a la mente es aceptar que somos cobardes. Que es verdad. Pero cobardes con algunas razones. La primera vez que me confesé a un amor imaginario, fue hace un par de años. Estaba obsesionadísimo con José: un salteño, amigo de una amiga, que tenía todo lo que buscaba en un hombre, con algunos mínimos detalles: estaba en Salta y era heterosexual. Después de chatear/histeriquear por años y finalmente conocernos en vivo, no podía estar más enamorado y hasta llegué a amarlo. En mi mente él sentía lo mismo, pero también me ponía mal que estemos lejos o que me contara que le gustaba una chica. También me ponía celoso de otros supuestos amigos gays que tenía. Quería arriesgarme y decirle todo lo que sentía por él, pero tenía miedo de perderlo y de perder el vinculo que teníamos, que era lo más real que había tenido en años. También está el miedo al rechazo, saber que con un simple NO se termina todo. Como una guillotina. ¡PAF!. Pero después de un tiempo comenzás a agrietarte, descubrís que no la estás pasando bien, que el sufrimiento se extiende y puede extenderse por siempre. Así fue que un verano muy caluroso, finalmente le dije que no podía ser más su amigo y cuando me preguntó porque, le confesé TODO. Le dije que lo amaba y que lo hacia hace mucho tiempo. A lo que contestó: "Yo también te amo…pero como amigo. No puedo amarte de otra forma". ¡PAF! Y eso fue todo. Ese fue un verano bastante triste.




Dejamos de hablar por un tiempo, después volvimos a ser amigos, pero ya no fue lo mismo. Después de unos años me enteré que había salido del closet, obviamente, y que se había puesto de novio con un Pablo. Bien por él.

Con el Sr. Q. aunque a veces siento que estoy muy cerca de confesarle todo lo que siento, también tengo ese miedo de perderlo y que nos alejemos para siempre. Eso me pondría muy triste. Pero también hay que decir que a veces esta buena esta parte del enamoramiento imaginario. Disfrutar de cada vez que están juntos sin saber si le gustás o no, conocerlo más y disfrutar de las charlas que tienen e ir descubriendo cosas del otro que no sabían. Y hasta tener citas, sin el estrés de que sean citas. Al mismo tiempo eso hace que el vínculo crezca y hasta puede convertirse en amor. Aunque sea unidireccional, no deja de ser real. Como dice la frase de la película: "No hay nada mas verdadero en este mundo que el delirio amoroso". Lo peligroso es que se convierta en obsesión y terminar amando más al concepto que a la persona. Estar analizando cada cosa que te dice, por qué te lo dice, cómo te lo dice y encontrar una esperanza imaginaria en cada situación que tenga el mínimo sentido afectivo. Ahí es donde se complica todo. Tampoco olvidemos el pequeño detalle que el Sr. Q sigue de novio y que probablemente este teniendo sexo mientras yo me imagino todo esto. Si muriera una persona cada vez que entro a su facebook para ver si hay algún rastro de que terminó su relación, ya no quedaría ni una sola persona viva en el mundo. Ahí me doy cuenta de lo obsesionado que estoy y entonces decido alejarme, olvidarme. Pero cuando eso sucede, vuelve a mi, como si estuviéramos atados con un elástico, vuelve con más fuerza: más simpático, más perfecto, más cariñoso. Y ahí todo vuelve a empezar. 



Hace poco me lo crucé con su novio y compartimos una reunión, nos saludamos falsamente. El seguramente me detesta como yo, porque en el fondo sabe que estamos en la misma. A ambos nos falta una parte del Sr.Q, que el otro tiene. Y los observo juntos buscando rastros y comparando los gestos que tiene hacia mí con los gestos que tiene hacia él. Mordiéndome los labios para no gritar, poniéndome tenso cada vez que el Sr. Q me mira o me abraza. Qué ridículo todo, que patético todo. Qué triste, que inútil y que insatisfacción saber que cada vez que lo miro, el nunca me ve como yo lo veo.

Ahí es cuando entendí más al Niño F y su mirada. Comprendí que quizás para el yo era su enamoramiento imaginario y que tenía que ir con él, darle una oportunidad. Entonces fui a buscarlo por toda la disco y sin dar vueltas lo besé y no paramos de besarnos hasta el final de la noche. Aunque seguía teniendo dudas acerca de si estar o no con él, por la diferencia de edad y por mi situación, él me insistía para que fuéramos a pasar la noche juntos a su casa. Entonces decidí ir y es que siempre me quedó grabada la frase: "De vez en cuando la gente debe obtener lo que quiere, cuando lo quiere, solo para mantener el mundo optimista".

En la cama traté de plantearle mi situación y le pregunté si realmente veía que podiamos llegar a funcionar. Pero como decía al principio, en ese momento no pensas en esas cosas, porque estás donde querés estar y con la persona que querés estar. El me dijo que no le importaban esas cosas y que no me preocupara por eso. Quería que me quedara a dormir, que lo abrazara y que nos besáramos. La pasamos excelente y me quedé en su casa hasta que amaneció. Después de unas horas, me levanté de la cama y dejé descansar un rato al Niño F. Lo observé dormir un rato, con una sonrisa. Estaba feliz y me ponía feliz a mi. Yo tenía calor y fui a abrir la ventana. Era una hermosa mañana.



Hasta que recibo un mensaje. Un mensaje del Sr. Q que decía: "¿Vamos a tomar algo mañana? Acabo de terminar con mi novio y quiero que hablemos". Imagínense mi cara.


Pablo M. Acuña
pabl3te 
 @pabl3te
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 Pregunta del foro: ¿Cuándo un amor imaginario llega a tu vida, sos de arriesgarte y confesarle todo o esperás a que las cosas se den naturalmente?

9 comentarios:

Ger dijo...

Si me voy a tirar a la pileta tiene q haber mucha agua. Mientras tanto trato de disfrutar el momento

Daro dijo...

Quiero saber que hiciste Pablooo!!! Contestando a la pregunta yo soy muy ansioso para esperar a que todo pase naturalmente, si bien dudo un poco mucho, cuando estoy seguro arriesgo, pero eso de esperar no va conmigo. Muy buena columna!

HenryViBu dijo...

En lo personal soy mas del tipo que se arriesga, no soporto tener sentimientos por alguien y no contarlos, siento como si estuviera faltando a mi propia felicidad, para que mantener una amistad con alguien del que esperas mas? Eso es tan o mas dañino que un no de guillotina. Saludos Pabblo!

Christian dijo...

El amor no se imagina. Es o no es.

Jesus dijo...

buenas historias!

Alejandro dijo...

No puede terminar ahiii!!! Yo también tuve colección de amores imaginarios y aún ahora los tengo. Pero tarde o temprano terminás cansandote de que sean imaginarios. Hay que jugarse y ver que pasa.

Juanjo dijo...

Siempre que me gustó alguien se lo dije y no siempre me fue bien. Pero al menos me animé. Da mucho miedo pero hay que hacerlo.

Manu dijo...

Siempre es a todo o nada. No hay otra

Pablo Acuña dijo...

El Autor Responde:

Ger: Me pasa lo mismo, no soy de los que se tira a la pileta sin agua, no me gusta chocarme con el piso!

Daro: Ya viene la próxima columna! Yo también soy muy ansioso como para quedarme esperando que todo suceda. No es mi estilo. Me alegro que te guste la columna

HenryViBu: Es cierto, a veces faltar a tu propia felicidad es muy dañino. Saludos Henry!

Christian: Estoy de acuerdo, igual con lo de 'amor imaginario' me refería a otra cosa, al enamoramiento que llevamos en la mente antes de hacerlo realidad.

Jesus: Muchas Gracias! :D

Alejandro: Ya viene la próxima columna Ale! Es verdad, hay que jugarse más.

Juanjo: Si, es cierto, no conozco mucha gente que no le guste que le digan que gustas de él. Hay que hacerlo.

Manu: Exacto, finalmente siempre lo es :)